La Universidad Católica de Costa Rica (UCAT), en conjunto con la Embajada del Estado de Israel en Costa Rica, celebró el sexagésimo aniversario de la declaración Nostra Aetate, bajo el lema: “Camino de encuentro entre religiones. 60 años de diálogo, acercamiento y entendimiento.”
El acto conmemorativo tuvo lugar en la Sala de Ex Rectores de la UCAT y reunió a líderes de distintas confesiones religiosas —entre ellos rabinos, obispos, clérigos y pastores—, así como a estudiantes, profesores e invitados especiales.
La ceremonia destacó la vigencia del documento promulgado por el Concilio Vaticano II en 1965, el cual marcó un hito histórico en la promoción del diálogo interreligioso y en la construcción de puentes entre tradiciones de fe distintas.
En sus palabras de apertura, el Rector Magnífico de la UCAT, Dr. Fernando Felipe Sánchez Campos, señaló: “Nostra Aetate nos invita a mirar al otro con ojos de fraternidad. En la UCAT creemos que el diálogo no es una opción, sino un deber moral. Solo escuchándonos y comprendiendo nuestras diferencias podremos construir juntos un futuro más humano y solidario. Hoy, más que nunca, el mundo necesita que se promueva el diálogo, la empatía y la búsqueda del bien común”.

Durante la actividad, se subrayó que “Israel siempre ha estado dispuesto a estrechar la mano para conseguir la paz”, reafirmando la importancia del entendimiento mutuo y la cooperación entre religiones.
Por su parte, S.E. Michal Gur-Aryeh, Embajadora del Estado de Israel en Costa Rica, expresó que “Celebramos el espíritu de apertura y diálogo que ha transformado las relaciones entre religiones y pueblos. Desde el Estado de Israel, tierra sagrada para diversas religiones, reconocemos el valor de esta declaración como un hito en la construcción de puentes de entendimiento y respeto mutuo. Este jubileo nos invita a renovar nuestro compromiso con la convivencia, la tolerancia y la búsqueda conjunta de la paz”.
El Presidente de B’nai B’rith Costa Rica, Arq. Joseph Gabriel, enfatizó que, a seis décadas de su proclamación, Nostra Aetate continúa siendo un faro que ilumina el camino del encuentro entre religiones, recordando que solo a través del diálogo sincero y del reconocimiento del otro es posible construir un mundo más justo y fraterno.
El jubileo reafirmó la misión compartida de las instituciones académicas y religiosas de seguir impulsando el acercamiento entre culturas y credos, manteniendo vivo el legado de seis décadas de diálogo, respeto y fraternidad.